Pequeños objetos capaces de ahuyentar el mal de ojo o de aportar fortuna a sus propietarios inspiran la colección de joyas de los diseñadores que quieren otorgar a sus creaciones cierto halo de misticismo. De esta filosofía inicial surgen unas joyas coloristas e innovadoras, que atraen por su singularidad.
Dana Levy creció en Londres, y fue en la capital británica donde inició su carrera.
Tras más de 10 años dedicados al diseño de joyería y accesorios hechos a mano, Levy se embarcó en un viaje iniciático a Jerusalén, ciudad donde disfrutó de largos y espirituales veranos. Estos contactos con la Ciudad Santa la sedujeron de tal modo que la diseñadora decidió trasladarse definitivamente y obtener un grado en Bellas Artes de la Academia de Arte y Diseño Bezalel. Durante los siete años en los que permaneció inmersa en la belleza y la rica cultura de Jerusalén, Dana Levy adquirió la necesaria inspiración para embarcarse en su propia obra.
Cuando volvió a Londres, la diseñadora inició su colección con una línea de accesorios destinados a la práctica del yoga y a la meditación. Estaban confeccionados con delicadas sedas de damasco, adquiridas a través de sus viajes por el Oriente Medio.
Posteriormente, Levy lanzó sus líneas de joyería, inspiradas en las tradiciones y el exotismo de las culturas orientales.
Cabe destacar que todas las joyas de Dana Levy se elaboran a mano e incorporan gemas semipreciosas, cuentas de cristal checo, charms, amuletos y talismanes que poseen un significado espiritual; este es el caso de la mano “Hansa”, un símbolo de la buena suerte, o del “Mal de Ojo”, un conocido elemento protector.
PIEZAS CON SIGNIFICADO
En la colección de Dana Levy encontramos originales brazaletes con charms de la buena suerte, con bellos engastes de diamante. Pueden disponer en el centro el símbolo “Mal de Ojo” realizado con cristal turquesa, o bien la figura de un pez, que también posee una gran variedad de significados simbólicos (buena suerte, felicidad, conocimiento, sabiduría, inspiración, creación, cambio y transformación, unidad y fidelidad. En algunas culturas es incluso símbolo de fertilidad).
Tal y como ya hemos destacado, las pulseras y los collares pueden decorarse con la mano “Hansa”, un antiguo talismán que aparta el dolor y protege los cinco sentidos, y también con las clásicas herraduras de caballo.
Dana Levy creció en Londres, y fue en la capital británica donde inició su carrera.
Tras más de 10 años dedicados al diseño de joyería y accesorios hechos a mano, Levy se embarcó en un viaje iniciático a Jerusalén, ciudad donde disfrutó de largos y espirituales veranos. Estos contactos con la Ciudad Santa la sedujeron de tal modo que la diseñadora decidió trasladarse definitivamente y obtener un grado en Bellas Artes de la Academia de Arte y Diseño Bezalel. Durante los siete años en los que permaneció inmersa en la belleza y la rica cultura de Jerusalén, Dana Levy adquirió la necesaria inspiración para embarcarse en su propia obra.
Cuando volvió a Londres, la diseñadora inició su colección con una línea de accesorios destinados a la práctica del yoga y a la meditación. Estaban confeccionados con delicadas sedas de damasco, adquiridas a través de sus viajes por el Oriente Medio.
Posteriormente, Levy lanzó sus líneas de joyería, inspiradas en las tradiciones y el exotismo de las culturas orientales.
El glamour de un talismán.
Cabe destacar que todas las joyas de Dana Levy se elaboran a mano e incorporan gemas semipreciosas, cuentas de cristal checo, charms, amuletos y talismanes que poseen un significado espiritual; este es el caso de la mano “Hansa”, un símbolo de la buena suerte, o del “Mal de Ojo”, un conocido elemento protector.
PIEZAS CON SIGNIFICADO
En la colección de Dana Levy encontramos originales brazaletes con charms de la buena suerte, con bellos engastes de diamante. Pueden disponer en el centro el símbolo “Mal de Ojo” realizado con cristal turquesa, o bien la figura de un pez, que también posee una gran variedad de significados simbólicos (buena suerte, felicidad, conocimiento, sabiduría, inspiración, creación, cambio y transformación, unidad y fidelidad. En algunas culturas es incluso símbolo de fertilidad).
Tal y como ya hemos destacado, las pulseras y los collares pueden decorarse con la mano “Hansa”, un antiguo talismán que aparta el dolor y protege los cinco sentidos, y también con las clásicas herraduras de caballo.
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